El presunto antisemitismo de Wagner se manifiesta en su ensayo Das Judentum in der Musik (El judaísmo en la música) publicado anónimamente en su momento (1850) y más adelante bajo su nombre. En él, Wagner deplora la judaización del arte moderno y sostiene la tesis según la cual "el judío" es realmente incapaz de expresarse artísticamente no por su apariencia exterior ni por su lengua, pero por lo menos sí por su canto, no obstante "aquél" llegue en la música al dominio del gusto público.
En su ensayo ¿Qué es alemán? de 1865, Wagner intenta explicar el fracaso de la Revolución de 1848 debido al hecho de que al verdadero auténtico alemán -y sus nombres- se lo representó tan súbitamente por una clase de gente que era totalmente ajena a él.
Además, sobre el círculo bayreuthiano en torno a Richard y Cósima Wagner (y no del propio Wagner) se introdujo en la sociedad alemana, en la segunda mitad del siglo XIX, un racismo en una forma totalmente nueva: un racismo biologizante, esencialmente representado por el francés Arthur de Gobineau y el inglés –alemán de adopción- Houston Stewart Chamberlain. Ambos propagaron la superioridad de una "raza aria" frente al judaísmo. Chamberlain se casó en 1908 con Eva, hija de Wagner. No obstante a su relación con Arthur de Gobineau, nunca terminó de estar de acuerdo con sus posturas: "Va tan lejos con sus ideas que hasta le reprocha al Evangelio haber asumido la defensa de los pobres" (cuaderno de notas de su esposa Cósima). En realidad, en el caso de existir una verdadera (no anecdótica o circunstancial) conexión entre Wagner y las ideas antisemitas, ésta se ha producido con posterioridad a su muerte a través del llamado "círculo de Bayreuth".
Sin embargo, algunos autores reclaman una contradicción de los argumentos sobre este tema, ya que Richard Wagner demuestra a sus amigos y compañeros de trabajo judíos una gran confianza. Entre otros conocidos del autor se destacan: su ayudante Karl Tausig, Joseph Rubinstein, Angelo Neumann y la famosa cantante Lilli Lehmann. El estreno de su último trabajo Parsifal se lo confió al director de orquesta Hermann Levi en Bayreuth.
La ejecución de las obras de Wagner todavía es ardientemente controvertida en Israel. Así, por ejemplo, la representación de la obertura de la ópera Tristán e Isolda en dirección del argentino Daniel Barenboim en julio de 2001 condujo a un escándalo. Se han impedido otras representaciones wagnerianas, en parte debido al sabotaje con protestas por parte de supervivientes del Holocausto.
jueves, 4 de junio de 2009
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